Dicen por ahí que, a pesar de todo, un título es un título, sin importar las causas externas que ronden a un equipo. El Corinthians ha vivido eso, ya que, a pesar de la obtención de su quinto título en el futbol brasileiro no pudo festejar plenamente, esto por el empate sin goles contra el Palmeiras y la muerte de Sócrates, ex astro brasileño que militara en su club de 1978 a 1984.
Pero aún así, el considerado Clásico contra el Palmeiras se tenía que jugar, y la primera parte fue un auténtico concierto de amenazas por parte del odiado rival, aunque sin llegar a dañar al ahora campeón brasileño. Para la parte complementaria, Jorge Valdivia influyó notablemente en el encuentro, al hacerse acreedor de una expulsión por una violenta entrada sobre Jorge Henrique, lo cual dejó al Palmeiras con 10 hombres y el Corinthians supo aprovechar la ventaja, porque se distribuyó mucho mejor en el campo y, aunque no anotó gol, lució cómodo y manejó el 0-0 a su favor. Aunque la suerte parecía volverse hacia ellos, ya que, al 73’ Wallace vio la roja y tuvo que adelantarse a las regaderas. Ambas escuadras con 10 hombres y la falta de gol asentaron en el encuentro un clima de tensión, lo que provocó que los ánimos se calentaran y, a 3 minutos del final se produjo una pequeña riña entre los jugadores, que derivó en la expulsión de otros dos, uno de cada bando, para terminar el cotejo con nueve elementos por igual.
A pesar del empate, el Corinthians logró llegar a las 70 unidades, superando a su única amenaza en la tabla, el Vasco da Gama, que quedó con 69.
Así, la ciudad de Sao Paulo festeja a su equipo y llora a su ídolo. Las dos caras de la moneda, pero seguramente Sócrates está festejando, junto con los seguidores del “Todo Poderoso”, ese quinto título que, a pesar de todo y de las circunstancias, suma un palmaré a la cuenta.
No hay comentarios:
Publicar un comentario